
Más allá de la desintoxicación física
He estado pensando en un tema para el blog de este otoño, hay tantos temas de salud sobre que podría escribir; tuve que pedirle dirección a Dios Padre en esto. Quiero que sea significativo, no solo otro blog genérico, sino algo que la gente realmente necesite escuchar en este tiempo. El tema que vino a mi espíritu es: toxicidad emocional.
¡Sí! Existe la toxicidad emocional, ya sea por tus propios pensamientos, o por tu entorno, o las personas con las que decides convivir; porque todos tenemos libre albedrío para elegir y no hay mejor momento que esta temporada para hablar de la toxicidad emocional. Mi esperanza es que este blog capture cómo la toxicidad emocional impacta la enfermedad física, espiritual y alma, para que podamos lograr lo que llamo la “trifecta de sanación”.
Sí, el cuerpo, la mente y el alma están conectados, no puedes separarlos, ni deberías intentarlo; si lo haces, te sorprenderá y retrasará tus avances. A menudo, cuando comenzamos a desintoxicar el cuerpo, nuestras emociones salen a flote, pero trata de no esconderlo bajo la alfombra; no te lo sugiero, mejor enfréntalas cuando surjan, confía en ti mismo de que puedes manejarlo y superarlo, de lo contrario no habrían salido.
Has escuchado el dicho “eres lo que comes”? En este caso “eres lo que emocionalmente retienes o ingieres”, no hay mucha diferencia. Esta es la manera en que tu cuerpo te dice algo más profundo necesita tu atención, que quiere sanar y que es momento de reparar lo que está roto y REVIVIR la trifecta.
“Él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas.” Salmo 147:3
¿Qué es la Toxicidad Emocional?
La toxicidad emocional son emociones negativas o patrones de pensamiento que pueden convertirse en un ciclo vicioso de estrés y enfermedad, también son heridas no sanadas del pasado o presente, emociones reprimidas o desorden mental que silenciosamente envenenan el cuerpo desde adentro. ¿Qué tan vicioso es este ciclo? Es vicioso porque muchas veces ni siquiera somos conscientes de como respondemos al estrés y a las emociones intensas; simplemente funcionamos en modo autopiloto a nuestras emociones. Nos encarcelamos en nuestras emociones, ideas, perspectivas como ciclo vicioso.
Quizá veamos síntomas físicos como cambios hormonales, problemas digestivos y del sistema inmunológico, pero nuestras reacciones negativas diarias o emociones son difíciles de ver. Algunos no nos damos cuenta de que lo hacemos, lo digo por experiencia propia, cuando despierto y comienzo con pensamientos negativos – está nublado, hace frío, no hay sol, ojalá… yo… yo… y se necesita un sacudón mental para salir de ese ritmo de pensamientos negativos. Tendemos a ser criaturas de hábitos y no solo en lo físico, nuestros pensamientos imitan cómo actuamos y lo que nos decimos a nosotros mismos y a otros.
Veamos por ejemplo: el miedo.
El miedo puede manifestarse a través de signos físicos, emocionales o espirituales, aquí tenemos algunos ejemplos:
Signos físicos de miedo:
- Pecho apretado o respiración superficial
- Tensión muscular
- Problemas digestivos
- Fàtiga o agotamiento adrenal
- Problemas de sueño o insomnio
- Desequilibrios hormonales (elevación prolongada de cortisol)
Signos emocionales/mentales:
- Preocupación constante
- Pensar demasiado y dificultad para tomar decisiones
- Sentirse paralizado, estancado o incapaz de avanzar
- Evitar cambios u oportunidades nuevas
- ¡Perfeccionismo! Sí, leíste bien: ser perfeccionista!
Efectos espirituales:
- Dificultad para confiar en el tiempo de Dios
- Sentirse inseguro aunque no haya motivo
- Comportamientos de sobre control para “sentirse seguro”
- Desconexión de la paz, la entrega o la fe
Interesante, ¿verdad? Me recuerda de este versículo bíblico:
Porque Dios no nos ha dado espíritu de temor, sino de poder, amor y dominio propio. 2 Timoteo 1:7
Espero que también recuerdes este versículo, porque nuestro hermoso Creador nos ha dado poder, amor y dominio propio para conquistar. En vez de despertar con pensamientos negativos, declara: ¡Porque Dios no me ha dado el espíritu de temor! Hablo amor a mí mismo y a otros, tengo el poder de Dios para conquistar todo lo que haga hoy y tengo una mente sana y camino en paz!
Este es solo un ejemplo, mencionaré que hay otras fuentes de toxicidad emocional como: falta de perdón, complacer a los demás, autocrítica negativa y ambientes tóxicos.
Estar rodeado de críticas, especialmente si estás comenzando un proceso de desintoxicación emocional, debe ser una prioridad para ti y lo que permites en tu vida. Esta energía emocional negativa debe ser rechazada y si decides tomar un descanso de amigos o familiares para tener mayor claridad, eso depende de ti, o simplemente puedes ser directo y honesto y decirles lo que estás haciendo; ¡puede que te sorprendan y se unan!
¿Cómo desintoxicarse emocionalmente? Pasos hacia la sanación.
- Reconoce y siente
- No puedes sanar lo que no estás dispuesto a enfrentar. Cuando surge una emoción, pregúntate: ¿es positiva o negativa?
- Personalmente, las emociones negativas son el intento del enemigo de sacudir tu progreso. Si tienes estas emociones, sé consciente, reconoce que es el enemigo, rechaza el intento y busca la raíz de lo que causó la emoción. ¿Qué estabas haciendo? ¿Qué la desencadenó? Es importante identificarlo antes de que tu mente se descontrole.
- No será perfecto al principio, así que sé paciente contigo mismo, declara 2 Timoteo 1:7 cuando ocurra, sé constante y firme hasta que se vuelva algo natural y finalmente, despiertes cada mañana sabiendo que Dios está de tu lado. Recuerda que la constancia gana la carrera.
- Rinde y perdona
- El perdón libera toxinas espirituales y emocionales. No se trata de aprobar la acción de alguien, sino de liberar tu propio corazón para sanar.
- No hay nada más sanador que rendirlo todo a Dios, ¡y me refiero- todo! Es un concepto difícil al principio porque estamos acostumbrados a decidir por nosotros mismos, pero construir una relación con Dios es de lo mejor que puedes hacer por ti; empezamos a conocer Su voz y a escuchar, obedecer, rendir y perdonar. Y cuando se trata de perdonar, hazlo rápido, no permitas que la falta de perdón permanezca en tu corazón y mente, sigue diciendo “perdono” aunque no lo sientas, tus palabras tienen poder – vida o muerte, así que habla vida ("elijo perdonar") y de repente, esas palabras no solo te liberan, sino que empiezas a sentirlo y creerlo, hay una libertad que llega cuando perdonas. ¡Inténtalo!
En cambio, entréguense a Dios, como quienes han pasado de muerte a vida, y entreguen todo su ser para que Él lo use con fines justos. Romanos 6:13
- Renueva tu mente con oración y conexión
- Dios nos diseñó para la conexión. Orar, escribir en un diario, reemplazar pensamientos tóxicos con afirmaciones basadas en la verdad y la Escritura. Practica la gratitud diariamente – esto reprograma el cerebro hacia la paz y el contentamiento.
- Hay muchas formas de renovar la mente, una es leer la Palabra de Dios, hay bendiciones y revelación al leer la Biblia. Otra es hablar vida y palabras positivas sobre ti y tus seres queridos, también respirar profundo y exhalar lentamente ayuda al cerebro a recibir más oxígeno. Lleva una libreta contigo a donde vayas, a veces las ideas e inspiración llegan de formas inesperadas, puede ser el Espíritu Santo guiándote de manera innovadora, así que toma nota. Habacuc 2:2 – Escribe la visión…
- Apoya el cuerpo
- La sanación emocional se apoya con nutrición física. Come alimentos que te sostienen, mantente hidratado, duerme bien y da paseos suaves al aire libre. Tés de hierbas como manzanilla o toronjil también pueden calmar el sistema nervioso.
- Nuestro cuerpo físico prospera con una alimentación saludable, al incorporar variedad de frutas, verduras y grano enteros, recibimos dosis diarias de vitaminas y minerales. Una forma de hacerlo es tomar jugos en la mañana, antes del té, café o comida, es bueno tomar jugos y obtener esas enzimas que ayudan a descomponer los alimentos durante el día. Otra rutina diaria es dejar de comer después de las 6:00 pm; esto permite que los intestinos descompongan la comida y no dormir con el estómago lleno.
- Por último, las desintoxicaciones enfocadas en limpiar órganos también son críticas para que el cuerpo funcione correctamente. Así que aprender a desintoxicar cada órgano y eliminar toxinas es un gran comienzo para sanar el cuerpo. Recomiendo empezar con la limpieza intestinal; es una vía principal de eliminación.
CIERRE
Para este otoño y temporada de fiestas, que sea el inicio de un viaje de desintoxicación emocional, para eliminar el equipaje o las capas que te están reteniendo. Quita el peso emocional para que el peso corporal empiece a disminuir y estés listo para soltar lo que no te pertenece. Recuerda empezar poco a poco, respira, perdona, siente y entrégalo a nuestro Creador. Si se lo das a Dios, Él quita lo que no te pertenece y en su lugar te da sanación.
Dios los bendiga.
Coach Rio
www.consagrar.com
www.consagrar.com








